viernes, 29 de mayo de 2020

Charlas con Pablo porque? - 2005


El producto literario ‘Charlas con Pablo’, surge de la necesidad del autor de poder dialogar con alguien, un método para materializar la plenitud del proprio pensamiento, la propia lectura. Se dice con razón, que lo que viene escrito, no representa de la mejor manera la idea del autor, la operación de volcar esta ultima en un papel, desecha inevitablemente una cierta cantidad de esfumaduras.
La contraposición de personajes, típica del dialogo, justamente tiende a reforzar las ideas, integrar esfumaduras, y en algún caso producir verdaderos pasos hacia adelante. Las dudas, vienen integradas en la exposición de la idea utilizando el personaje secundario, cuya respuesta lleva a un esfuerzo adicional, útil para mejorar la propria interpretación y sobre todo para dejarla congelada en un texto. Resulta curioso, pero no inexplicable que, justamente los logros en el mejoramiento de la idea gracias a la ‘dialéctica’ entre personajes, sean los que mas fácilmente he olvidado, como si no fuese sido yo a escribir su respuesta. En realidad resulta normal, ya que si nos ponemos a discutir sobre un tema en modo constructivo, y de alguna manera reconocemos la razones que nos han propuesto, esta admicion no cambia por lo general la profundidad de nuestra convicción, motivo del hecho que después de un cierto un tiempo, pasa también la lógica de la propuesta, regresando a la lectura de la idea anterior a la discusión.

Un texto; la secuencia de palabras, son simples símbolos destinados a ser interpretados, de allí que el verdadero protagonista es el lector, me disculpo anticipadamente por haberlo escrito en el caso que, durante o después de la lectura sufran un dolor de panza o de cabeza, no fue mi intención. Para ayudarlos puedo solo seguir escribiendo.
La mayoría de los que escriben se preocupan por el bienestar del lector, no es mi caso, no me preocupe de la forma, por otro lado, para mis posibilidades de dominio de la gramática seria tiempo inútil, algunos de ustedes, pueden llegar a percibir que si bien el ‘producto’ no halla nacido para ser expuesto, el autor, con un poco de buena voluntad habría podido mejorarlo, para que al menos, uno entre ciento lectores lo haya podido entender.
La observación es valida, destaco pero que, la voluntad del autor fue la de presentar su idea de manera poco clara, confusa, tal determinación no es fruto de la intención de perjudicar al lector, el objetivo es de ejercitar una selección de los mismos, de encontrar Uno que lo haya entendido entre miles que lo hayan intentado. Porque esa persona seria algún Pablo, muy cerca a mi idea de la cosa, para dejar de estar solo. En definitiva, el trabajo es de interés para el autor, que lo hace publico con la sola intención de conectarse a un potencial colaborador.
La complejidad que el autor manifiesta para la exposición de sus ideas, podría parecer sin sentido, en realidad hay una razón de fondo, que practicaron los antiguos, la idea que solo a través del pasaje oral, la practica de vida, pueden inculcarse ideas, el libro venia considerado como vehículo ineficaz como también peligroso. Digamos con franqueza, puede ser impropio pasar conocimientos a quien no es digno (intelectualmente hablando), como también la consideración de querer proteger a lectores incautos que puedan entender una cosa por otra, en ambos casos es aconsejable no escribir.
En definitiva la lectura y la consustancial comprensión del lector, se basa fundamentalmente en que autor y lector(el que lo entiende) son la misma persona en el mismo tiempo y circunstancia. Es verdad que exagere, pero también exagera uno como Heraclito al que se le entiende poco y cada uno como le parece. Son un poco los dos extremos la de leer lo que sabemos, comodo y satisfactorio o lo indescifrable y romperse la cabeza( y maldecirlo) para entender algo de Heraclito, de las dos personalmente prefiero la ultima. Los antiguos consideraban la ‘pasión’ fundamental, una lectura desapasionada es una perdida de tiempo, y el tiempo es oro.

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